Todos los días nos levantamos a recorrer nuestro camino diario. La vida me ha enseñado a no concentrarme en lo que me espera o lo que recorrí, el enfoque tiene que estar en el presente, en dar lo máximo en el pedazo de camino que recorro en este momento. Lo vivido me ha traído justo al punto en el que me encuentro hoy, no para arrepentirme o quejarme de mi vida pasada, tampoco para preocuparme por lo que me espera en un futuro, sino para disfrutar, vivir intensamente, admirar lo bello que me rodea y entregar lo mejor de mí al mundo en este preciso instante... Siempre dando un paso a la vez...
sábado, noviembre 08, 2008
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