Como es tradición en Venezuela, la fiebre mundialista de gran cantidad de personas se apodera de Kioskos y puntos de encuentros de intercambio de barajitas para completar el famoso album. Por supuesto que yo no me excluyo de dicha fiebre, es más, lo he venido coleccionando ininterrumpidamente desde el Mundial Argentina 78. Parece mentira pero todavía no he llenado ninguno, siempre empiezo con gran entusiasmo, el cual se va desvaneciendo progresivamente. Este año cuento con el apoyo de mi esposa y es muy probable que logre completarlo, además, Panini te vende directamente las últimas quince barajitas; hasta el día de hoy me faltan sólo 38. Como anécdota tengo que mencionar que nunca había ido a sitios de intercambio de cromos, pero hace dos semanas tuve mi primera experiencia y fue bastante particular, la diversidad de edades era resaltante y se podria decir que hasta cómica: un chamo de 10 años cambiando con un tipo de 30... Fanatismo puro.....
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