Durante estos últimos años hemos podido presenciar esta espectacular subida en los precios del petróleo. Como habitante de un país productor de petróleo debería alegrarme, pero mi sentimiento está muy lejos de eso debido a dos razones: Primero, y especulando en el largo plazo, me preocupa qué consecuencias podrá traer que los precios permanezcan tan altos, quizás se acelere la aparición de fuentes alternas de energía o tal vez se hagan equipos, maquinarias y automóviles mucho más eficientes a los actuales; todo ello sería perjudicial para nosotros como nación. Segundo, y a corto plazo, los problemas estructurales que han provocado esta subida no tienen solución a la vista, la capacidad de refinación no está en sintonía con el crecimiento mundial, muy específicamente con China y la India; por lo que lo único que podría frenar estos precios es que haya una recesión mundial. Quizás soy pesimista, pero por lo poco que he leido de la historia económica esto forma parte de otro ciclo necesario. Bueno, sólo el tiempo lo dirá....
Dentro de muy pocas semanas me voy para el norte, no me quiero omaginar a cuánto estará el galón de gasolina.
miércoles, agosto 10, 2005
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